Schlecker denuncia robos en sus tiendas

Resulta que hay una conocida cadena de droguerías, de origen alemán, que desde hace años está batiendo récords en cuanto a reclamaciones judiciales. No es para menos ya que tienen la vergonzosa costumbre de renovar su personal inventando denuncias por robo, tendiendo trampas  en las cajas registradoras, y provocando equívocos. Luego presionan mediante amenazas para que se firmen bajas voluntarias. Todo ello con la «sana» intención de ahorrase dinero en concepto de indemnizaciones por despido y de paso mantener siempre una plantilla con poca antigüedad. Por descontado, se preocupan en fomentar el «peloteo» hacia la empresa para recompensar a unas pocas trabajadoras con la permanencia durante años en el paraíso empresarial. De esta manera se aseguran que haya unos pocos «perros guardianes» que venderían a su propia madre por un plato de lentejas (hoy en día, concretamente, por 900 €/mes) y una plantilla sumisa, acobardada y por tanto obediente. La que pregunte más de la cuenta ya sabe lo que hay: la acusarán de robar y si rechista la llevan a juicio donde algunas de sus propias compañeras testificarán de buen gusto lo que haga falta… parece ser que hay salarios de 900 €/mes por los que vale la pena bajarse los pantalones hasta donde haga falta. Una perfecta y engrasada maquinaria de extorsión.

Hasta aquí suficientes datos, todos ellos contrastables revisando la jurisprudencia  e incluso la prensa.

Estamos hablando claramente de que se dedican a amasar una buena fortuna vendiendo papel higiénico y kleenex abusando de la fuerza de trabajo de mujeres de perfiles muy concretos.

Pues bien, esta empresa dispone de un flamante comité de empresa, con un flamante sindicato mayoritario al frente. Este sindicato mayoritario tiene miles de liberados sindicales, miles de abogados y expertos en mil y una cuestiones laborales y económicas. Dispone además de un presupuesto millonario (que proviene mayormente de subvenciones). Además tiene decenas de miles de afiliados y afiliadas en todos los sectores de producción, hasta el punto que se le supone segunda fuerza sindical del país ligeramente por debajo de la primera. Por si esto no fuera poco, a nivel legal (gracias a la Ley Orgánica de Libertad Sindical), este sindicato mayoritario dispone de verdadera manga ancha para hacer lo que crea conveniente y sin pedir permiso. Supuestamente estamos hablando de una verdadera fuerza sindical, con muchos recursos e influencia.

Hace unos días, unos cuántos años después de que se destapara el escándalo de la actuación de esta empresa ¿qué hace este supersindicato con sus superpoderes? Lo leo en la prensa y no creo lo que veo.

La cara dura y la desvergüenza de algunos parece infinita.

¿Cuándo será infinita la justicia social?

CNT de Hospitalet de Llobregat

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