En un mundo que se enfrenta, a las desigualdades sociales y al deterioro del medio ambiente, necesitamos ahora, más que nunca, una educación pública de calidad, transformadora e integradora. Y en esto estamos trabajando miles de organizaciones del mundo.
La extensión de la escolarización de los pueblos mediante la educación pública ha sido, y aún lo es, una gran conquista social, aunque no exenta de conflictos. Es un bien común básico y esencial que hemos de continuar reivindicando con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance. No basta con declaraciones oficiales que, muchas veces, no se cumplen. Esa escolarización pública y gratuita es la que permite que se ejerza un derecho importante en este momento, el acceso a la cultura y la capacidad de desarrollo personal en la sociedad y de aportación a la mejora de la misma desde los valores anclados en la justicia social.
El proyecto de garantizar oportunidades educativas universales e igualitarias está en peligro debido al creciente papel de los actores privatizadores en la educación.
La educación es un gran negocio porque es el recurso más sostenible del mundo. Un negocio de unos 6 trillones de dólares de los cuales las grandes empresas solo han llegado a capitalizar un 0,1%. El negocio de la educación es un objetivo compartido por las grandes corporaciones y estimulado por las políticas neoliberales de los gobiernos conservadores.
La privatización de los sistemas educativos es un riesgo para la mayoría de la población porque genera desigualdad y pobreza. El negocio no está tanto en las redes privadas de centros, un negocio nada despreciable, sino en conseguir que las familias inviertan más para tener una mejor educación; y en la gestión del dinero público por entidades privadas
La privatización de la educación como movimiento global
Lo más importante es entender que la privatización de la educación es un movimiento global que, promovido en muchos casos, a iniciativa de los gobiernos, forma parte de la reforma estructural del Estado.
Los defensores de la privatización educativa a menudo argumentan que el rendimiento educativo del alumnado es superior en el sector privado. No obstante, estos resultados se tienden a neutralizar cuando la comparación considera el estatus socioeconómico del alumnado o la duración de la jornada lectiva.
Adicionalmente, la privatización tiende a afectar directamente las condiciones laborales del personal docente. Bien sea por las políticas que impactan en las trabajadoras del sistema de educación pública, con un ratio mayor o más horas docentes, sino también porque en los centros de gestión privada, exceptuando los centros de élite, tienden a ser más eficientes económicamente principalmente porque las condiciones laborales y salariales del personal docente de estos centros son bastante más precarias que las del personal docente de centros públicos.
Somos conscientes de la necesidad de avanzar en las políticas educativas para que desde la educación podamos avanzar en la construcción de un mundo más justo, pero también somos conscientes que la educación como herramienta transformadora solo se podrá hacer con la superación del neoliberalismo y el capitalismo
Por el contrario, nosotras y nosotros seguimos creando estrategias colectivas para avanzar y defender la educación pública. Creemos que el futuro de la sociedad humana depende de nuestro compromiso colectivo con la educación pública y la transformación de la social. Recuperar la educación pública para todes, todas y todos
Desde aquí invitamos a la participación en estas jornadas que también serán retransmitidas desde nuestro canal de YouTube
JUEVES 20 DE JUNIO
A PARTIR DE LAS 18:00