«Nuestro primer objetivo es vencer la batalla al miedo y a la resignación»

Entrevista a Pedro Serna. Vallisoletano de 37 años, albañil
de profesión y trabajador autónomo, elegido recientemente como nuevo Secretario General de la CNT con el apoyo unánime
de toda la central sindical.

A. Benito | Periódico CNT

Fotografía: Óscar Herrero

Suena el timbre de casa. Ya es la hora convenida. Abro la puerta y aparece mi gran amigo y compañero Pedro. Extiende su mano para juntarla con la mía, y cuando me tiene bien agarrado me espeta: “Pórtate bien, que esto es para la organización”. Además, lo hace como acostumbra, sin perder la sonrisa, la misma que delata que no se le escapa una.

Nacido y criado en un barrio obrero fuertemente castigado por la droga, pronto aprendió el oficio de su padre y sus hermanos, la construcción. Meticuloso y concienzudo, exaspera los nervios de su compañero, que  sigue siendo su mejor amigo desde que estudiaban juntos en pre-escolar. A esta cooperativa se han ido sumando más amigos del barrio.

Sé que las preguntas le incomodan, así que le propongo empezar cuanto antes para no liarnos a  hablar de lo que no toca. Y accede.

Pregunta: ¿Qué tal el curro?

Respuesta: Ahí andamos, sobreviviendo e intentando tener una estabilidad por lo menos a corto plazo. Porque según están las cosas en la construcción… y más para los autónomos… esto no da para mucho más.

P: Ya se ha hecho público tu nombramiento, ¿cómo lo estás llevando?

R: Pues por ahora con cierto nerviosismo. Aunque también con mucha ilusión y muchas ganas, no quiero defraudar la confianza que ha depositado en mi la organización.

P: ¿Cómo compatibilizar la vida privada con la militante con un cargo de tanto peso en la CNT?

R: Está claro que lo fácil sería reproducir lo que se da en otras organizaciones,  cobrar por ser secretario, vamos. Pero si algo nos distingue es haber rechazado lo fácil,  haber optado por la coherencia, es decir, mantener la autonomía y la independencia ante todos. Excepto, claro está, ante los trabajadores. Y como se está demostrando, la única manera de seguir siendo un trabajador es que no exista ninguna diferencia o privilegio por el cargo que se desempeñe; en mi caso, la Secretaría General. 

P: También ha evolucionado mucho la organización de una parte hasta ahora, ¿no?, es innegable que después de la travesía de los 90, a partir del 2000 surgió un crecimiento continuo en la afiliación.

R: Sí que es cierto que la organización está creciendo, no sólo en afiliación, sino también en implantación laboral y social a lo largo de toda la península. Pero no hay que olvidar que, aunque ahora se esté trabajando en el buen camino, esto es gracias al empeño y la entrega de toda una generación de compañeros que por encima de todas las dificultades a las que se enfrentaron desde el final de la mal llamada transición consiguieron mantener viva a la CNT y a la Idea que la sostiene. Trabajaron para que llegado el momento la CNT pudiera volver a ser la herramienta de lucha que los trabajadores necesitamos. Está claro que entre el bagaje y la experiencia que toda esa generación aporta, la energía e ilusión de los que estamos ahora y de los que aún tienen que llegar, la CNT dará que hablar.

P: Pero sindicatos ahora hay muchos, ¿qué diferencia a la CNT del resto?

R: En mi opinión cada organización sabe donde está. La diferencia está en delegar y ser representado, elecciones sindicales y comités de empresa, subvenciones, quien paga manda… O lo que nosotros proponemos, que es decidir y actuar. La acción directa de toda la vida, es decir, ser la parte activa en la solución de nuestros problemas. Por eso la CNT promueve la organización consciente de los trabajadores, tanto en lo laboral, como en lo social y por supuesto en lo económico. Pero la diferencia fundamental es que el resto de sindicatos se limitan a buscar mejoras en las condiciones laborales, mientras que la CNT, a la vez que lucha por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, nuestro fin, el cual ha de estar siempre presente, es la revolución social.

P: ¿Fueron esas diferencias las que te llevaron a la CNT?

R: Entiendo que sí. Cuando fui a la CNT y decidí formar parte de ella lo hice por que no quería jefes, que ya tenía bastante con el mío. Y fui a donde decían que las decisiones se tomaban entre todos y desde abajo. Y si aún sigo aquí es porque he visto que esto es una realidad.

P: Cuéntame como entraste.

R: Pues por la puerta…. -aquí nos dio un fuerte ataque de risa y tuvimos que parar la entrevista-. Ahora en serio. Fue por dos circunstancias personales concretas, acababa de ser despedido de una obra y para poder cobrar tuve que presentarme con mi familia y explicar cuatro cosas al jefe. E inmediatamente después asistí a unas jornadas libertarias organizadas por CNT Valladolid. Lo que allí escuché y la gente a la que conocí me animó a organizarme y confiar en otras personas más allá de mi círculo más cercano para solucionar mis problemas como trabajador. Y a la semana, como estaba trabajando en las cercanías de la antigua sede de CNT, me presenté con el mono puesto lleno de escayola para pedir la afiliación. Y hasta hoy.

P: ¿Y qué cambios has visto a lo largo de todos estos años en la CNT?

R: En general a mejor, a mucho mejor. A pesar de los errores que hayamos podido cometer, mi impresión es que la organización ha evolucionado positivamente, internamente y de cara al exterior. Mantenemos nuestra cohesión interna en lo que estructura nuestra organización. Me refiero a lo que decimos siempre de los “tres No”: no a las elecciones, no a las subvenciones y no a los liberados. Y además desde el último congreso la organización ha dado pasos firmes y decididos en demostrar lo eficaz de nuestra acción sindical con secciones sindicales, asambleas, piquetes, huelgas… Otra cosa de la que no me quiero olvidar y que ha mejorado es la formación interna, imprescindible para consolidar la organización y hacerla fuerte a la vez que para poder proyectarla hacia los trabajadores y ganar influencia en la sociedad. Además, la formación hace que construyamos una igualdad real en la organización, al tener todos los mismos conocimientos y capacidades para decidir.

P: También desde el congreso de Córdoba en 2010 la CNT ha llevado a cabo movilizaciones conjuntas con distintos sectores sindicales y sociales, ¿va a seguir en esta línea?

R: Yo no soy quien toma esta decisión; será la organización la que irá decidiendo su relación con el resto de movimientos sociales y sindicales. En el último pleno confederal se acordó llevar a cabo acciones propias y promover movilizaciones conjuntas.

La unidad es para luchar y para solidarizarse con los que luchan. Si existen objetivos comunes y propuestas reales la CNT se sumará y trabajará para confluir con todas las organizaciones sociales y sindicales que le sea posible, poniendo el acento en visualizar la protesta mediante movilizaciones conjuntas en base a reivindicaciones comunes. Intentaremos que las diferencias organizativas o ideológicas no impidan un mínimo entendimiento a la hora de movilizarse en la calle. No por ello vamos a renunciar a nuestro discurso propio ni a nuestros métodos.

P: ¿Pero me estás hablando de una unidad de acción tipo al sindicato oficial único CCOO-UGT o plataformas alternativas a la autodenominada “cumbre social”?

R: No, la CNT nunca perderá sus señas de identidad, de otra manera dejaría de ser la CNT. Y ante esto, la organización ha decidido llevar a cabo un calendario de movilizaciones propias. Aunque invita a sumarse a quienes las compartan.

Hay a quienes nos parece curioso, por lo menos a quienes llevamos años organizados. Que se inventen esto de las cumbres sociales desde el sindicalismo oficial. Justo cuando la movilización social está volviendo a ser más cotidiana, de una manera espontanea y autooganizada. Por poner un ejemplo, en las últimas huelgas generales ha quedado demostrado que hay un rechazo y desafección al sindicalismo subvencionado y las razones por las que decide convocar movilizaciones. Es un hecho que muchos sectores sociales y sindicales han estado en la calle con otros fines y planteamientos de lucha. 

P: ¿Qué respuesta dará la CNT frente a la crisis?

R: Nuestro primer objetivo es vencer la batalla al miedo y a la resignación, en los que el sistema ha conseguido sumir a millones de personas mediante paro, EREs, desahucios… Intentar conseguir que los trabajadores se reconozcan como lo que son, una misma clase, digna, con orgullo y mayoritaria. Por lo que desde la CNT se tiene que trabajar más que nunca. Debemos usar más el verbo hacer y menos el hablar.

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