Sexualidad infantil y control social

Abrimos una nueva serie de debates en torno a la revista Estudios con motivo de la publicación del nº 3. Comenzamos con el artículo de la sexóloga Layla Martínez, sobre un tema tan controvertido como es el de la sexualidad infantil. Para Layla, el fenómeno del pederasta, tan magnificado en la sociedad actual, responde a una estrategia de dominación e intereses determinados. De esta forma, el alarmismo sobre esta cuestión repercute en un control y disciplinamiento social. Ilustración: zetaeme.

LA LIBERTAD Y LA CONCIENCIA DE SÍ MISMO

P. Linares | CNT Granada

El
artículo de Layla Martínez visualiza el control de las personas por medio de la
sexualidad que se intenta ejercer desde los sectores conservadores y la derecha
política. En este caso, apunta el caso de ese control entre los niños, por ser
ellos una pieza clave en el futuro de la sociedad y las posibilidades de
moldeamiento mental e ideológico de las personas. Recuerda mucho los
planteamientos biopolíticos que desarrolló Foucault, así como las instituciones
ideológicas que apuntó Althusser.

La autora
destaca el papel de la derecha conservadora estadounidense, que tras los
grandes cambios producidos en los años 70 sufren el fracaso de sus ataques
contra la homosexualidad y el aborto, se centran contra los casos de la
pederastia, que lo presentan como una muestra empírica del crecimiento de la
degeneración de la sociedad por haber sido permisiva en aspectos de la
sexualidad. Por medio de la prensa y la televisión, anuncian casos más o menos
ficticios de sectas satánicas que secuestran niños y los violan en siniestras
orgías.

Tal
tendencia crece en los años 80 con la subida al poder de la derecha política
con Thatcher y Reagan, al tiempo que surge el SIDA como enfermedad ligada a la
sexualidad y con ello otra supuesta prueba de la degeneración. Por medio de
expertos, psicólogos y tertulianos, muestran la pederastia como algo ligado a
la violación producida por `monstruos sociales´ en las que desatar las iras de
la sociedad, cuando antes los consideraban como seres endebles, débiles e
inofensivos.

No
comparto algunos aspectos del texto cuando adjudica que los orígenes de este
discurso están en la derecha política estadounidense de las décadas de los 60 a
los 80. Palabras muy semejantes vienen del psicoanálisis y diversas posturas
inspiradas en la obra y figura de Sigmund Freud, cuyas grandes aportaciones a
la filosofía y psicología son bien conocidas, aunque científicamente ha sido
bastante relativo. Del mismo modo, el texto comete un fallo al afirmar que el
cristianismo tiene una imagen del niño como un ser inocente e impoluto. No es
así. En el Génesis, es evidente que para el cristianismo todos los seres
humanos estamos manchados por el pecado original. Es la cultura occidental,
mucho más difusa, a la vez que más antigua (por la inspiración griega, latina y
germana) como nueva (reformulación de valores a lo largo de los siglos), la que
ha elaborado una imagen del niño como un ser intrínsecamente inocente y bueno,
que inspirará en gran parte el ideario de Rousseau respecto a la educación.

Aunque el
texto no es, como se puede imaginar en un principio, una defensa de la
pederastia sino un análisis de cómo surge su imaginario cuando antes no se
hablaba de ello, y para qué surge, sí quiero aclarar algo al margen porque no
se entra mucho en el texto: la pederastia ya existía antes de los años que
menciona el texto, existió después de aquello, y existe ahora. Sin duda no es
lo mismo sacar fotos a niños desnudos, que violarlos. Pero en esta propuesta
más o menos abierta de elaborar desde el anarquismo un discurso propio sobre la
sexualidad, como ya se hacía a principios del siglo XX donde era pionero, es
necesario incidir no solo en los dos aspectos que menciona la autora al final
-`reciprocidad´ y `decisión libre´- sino también un reconocimiento del concepto
de la libertad en el anarquismo, que es intrínseco a la conciencia de sí mismo.
Las relaciones entre adultos y personas aún en desarrollo de su crecimiento
físico y psíquico no son del todo equitativas y recíprocas. Los niños suelen
estar aún bajo tutelaje, están adquiriendo su identidad -que no es lo mismo que
tenerla consolidada-, son endebles y manipulables bajo la experiencia y
conocimiento de los mayores, y no suelen ser aún responsables y consecuentes con
sus decisiones. Aunque no hablo de prohibir, sí apoyo que el anarquismo no
puede reconocer la pederastia como una expresión más de la sexualidad, sin más.
El mismo concepto de la libertad en el movimiento libertario lo posiciona, a mi
ver, frente a la pederastia.

LA EXPERIMENTACIÓN SEXUAL ES NECESARIA

H. Hazard | CNT Cartagena

 

El
control social sobre las masas que se da por parte de los sistemas represivos
estatales, no viene muy alejado del sometimiento del miedo y el peligro de una
sociedad hipócrita en la que encierra sus instintos más naturales dejándose dominar
sus sentimientos, atracciones, gustos, etc.

Sobre los
temas de pederastia quería puntualizar que bien es cierto que muchos han sido
ridículos y creados inexistentemente pero esto no quiere decir que no hayan
habido casos de pederastia, pero no por ello tenemos que tener más cuidado con las
relaciones que tiene nuestros hijos e hijas con personas mayores. Sacando a la
luz y creando historias irreales intentan dominarnos con el miedo, con el
control absoluto de nuestros hijos, si bien es cierto que desde muy pequeños
nuestros padres ejercen un control absoluto sobre nuestras vidas, sobre con
quien sí y con quien no podemos estar, incluso como podemos vestir, algo que
poco a poco va creando en nosotros una cierta inseguridad a la hora de tomar
decisiones manejada por personas que se creen superiores a nosotros, siendo
esto así que cuando aquellos niños se convierten en adultos han sido creados a
base de una dominancia de control de nuestras vidas y sentimientos de los
cuales ya estamos más preparados para que otros seres que suben de la nada sean
capaces de controlarlos y mantenernos sometidos.

Sobre los
métodos anticonceptivos, se ha creado mucha polémica durante los últimos años
sobre todo por parte de la derecha ultra conservadora y la Iglesia, que nos
quieren castos y puros, y que no pensemos por sí mismos, que reprimamos
nuestros impulsos más naturales y que veamos como tabú cualquier palabra
referida con sexo o desnudo. Quieren un control sobre nuestras vidas.

Desde un
punto de vista referido al aborto y los métodos anticonceptivos, a la Iglesia
le interesa que haya personas pobres, que no puedan cuidar de sus hijos, tener
huérfanos a los que poder cristianizar, tener controladas a las masas bajo la
excusa de que el ser humano es sagrado, pues les interesa tener personas
ignorantes sometidas al miedo, todo por reprimir nuestra libertad sexual,
cambiar la idea del placer que supone el sexo, por algo tabú y peligroso,
sinónimo de pederastia y violaciones.

Sobre las
muchas teorías que hay sobre el VIH que fue una enfermedad introducida para
poder cargarse así los grupos de homosexuales y grupos de personas más libres,
con la excusa de que Dios estaba castigándolos, cuando realmente se estaba
haciendo una guerra sucia ayudada por la ciencia y la bioquímica, aunque debido
a mi escasa información no voy a entrar mucho sobre este tema pero quería
matizar este punto, de que hayan intentado crear y extender enfermedades de
transmisión sexual con el objetivo de acabar con las libertades de las
personas.

La
sexualidad no siempre implica violencia, no siempre es pederastia, ni peligro
ni miedos, cuánto más experimentemos con nuestro cuerpo, más libres y enriquecidos
mentalmente seremos, porque la sexualidad es un gesto de la madurez humana como
tal. Como ser humano y como persona es algo que todos necesitamos y que debemos
aprender y enriquecernos como personas.

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