COLUMNISTAS | JOSÉ LUIS VELASCO
El 17
de octubre de 2013 el Gobierno de España envía al Gobierno de la Unión Europea
los Presupuestos del Estado español de 2014 para su revisión y aprobación,
después el Parlamento español los confirmará, aprobándolos con las directrices
dadas por la Unión Europea.
La soberanía de los pueblos realizada
por las elecciones políticas a los parlamentos se constituye en una mentira más
del capitalismo y del Estado, suplantada por un Gobierno de la Unión Europea
sin ningún tipo de legitimidad de ninguna clase, más de un 50% de los electores
europeos se abstienen, gobiernan unos políticos con menos del 10% de los votos
reales. Esta es la democracia avanzada del capitalismo avanzado del estado
avanzado, en una sarta de mentiras realmente avanzadas. La gran mayoría social
antipolitica no decide por estar asqueada de los políticos y de sus políticas
injustas, de su corrupción y de servir solo a sus intereses, a los de la banca,
del empresariado y de las iglesias.
Una de las prioridades del Gobierno del
Estado español es la reducción del déficit estatal y deuda estatal, con la
reducción y recortes en gastos sociales, sanitarios, educacionales, culturales,
en pensiones, prestaciones sociales, salariales, en vivienda y creación de
empleo. Por el contrario todo son ayudas a la banca y a los empresarios,
mantenimiento de los privilegios a los políticos, crecimiento de los gastos
militares y ayudas y subvenciones a las Iglesias, sobre todo a la católica.
La creación de empleo, en una sociedad
de más de 7 millones de personas en paro, y más del 60% de los jóvenes menores
de 30 años desempleados, el Gobierno la supedita al crecimiento económico, sin
crecimiento no hay empleo, y sin embargo las previsiones de crecimiento son
nulas cuando no un triste retroceso del 1,3% como en 2013.
El debate social tiene que sustituir al
debate del poder, la lucha social tiene su objetivo fundamental en la
destrucción del poder y sus formas políticas: capitalismo, Estado y religión.
La injusta distribución de la riqueza en
manos de los políticos, banqueros y religiosos que gobiernan, tiene que ser
sustituida por la justa distribución de la riqueza social entre toda la
sociedad; riqueza y trabajo para todos y para todos por igual, la igualdad
económica y social. La forma de decisión también: la autogestión y
socialización de la vida económica y social. La propiedad de las cosas también,
sobre todo de los medios de producción y distribución, ni capitalista ni
estatal, sino de toda la sociedad: La propiedad social.
Las mentiras del capitalismo y del Estado de creación de empleo solo por el crecimiento capitalista, tienen que
ser sustituidas por la justicia del reparto de la riqueza y del trabajo. Cuál
va a ser sino el presente y el futuro de los millones de personas jóvenes y
adultas sin trabajo? Si la única esperanza es la de un crecimiento capitalista
que nunca llega y menos para los ciudadanos. Y además, este crecimiento
capitalista está basado en la devaluación salarial para hacer más competitivas
a las empresas capitalistas.
El capitalismo despide y recorta los
salarios para algún día ser competitivo, crecer y crear empleo. Hasta cuando
hay que soportar tanta mentira, demagogia y doctrina siempre desmentida por la
realidad económica y social, por muchos premios academicistas y relumbrones que
se las quiera dar, para defender lo que simplemente es robo e injusticia
social, en una alarde de literatura económica que solo refleja la podredumbre
de un sistema económico y político como el capitalismo y el Estado.
El debate social de los ciudadanos
conscientes y dignos es otro, los recortes se tienen que dirigir contra los
entes parasitarios y causantes de los problemas económicos y sociales, contra
las armas, el militarismo y los ejércitos, contra las religiones y sus
iglesias, contra los políticos y las burocracias del capitalismo y la política,
contra los empresarios y los banqueros, todos ellos elementos parasitarios de
una clase social que roba, destruye y dilapida todos los recursos económicos y
sociales de la sociedad. La clave está en la Sociedad contra el Estado.
Economía y Sociedad contra Capitalismo y Estado.